El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Wilson Zelaya, informó que el plan de diagnóstico, reparación y puesta en funcionamiento de la Planta de Amoniaco y Urea (PAU) tiene un 85% de avance, por lo que se prevé el reinicio de operaciones para junio.

A la fecha, se tienen todos los contratos para la adquisición de insumos y materiales para el inicio de operaciones de la PAU y para la comercialización de la urea, como también todo lo necesario para reiniciar la producción. Cerca de 200 personas ya trabajan en la planta, informó la empresa estatal mediante una nota de prensa.

Se contará con la presencia de expertos internacionales de India y Rusia para el comisionado y arranque de la planta con el propósito de que se realice en óptimas condiciones.

La estatal petrolera confirmó que productores locales manifestaron la intención de compra de urea por más de 20.000 toneladas que se podrán comercializar a partir del segundo semestre de esta gestión.

Empresas de Brasil, Argentina, Paraguay, Perú y Uruguay están interesadas en comprar hasta 1,4 millones de toneladas de urea, una vez que la planta vuelva a operar. No son las únicas, también se suman empresas de otros continentes que evalúan adquirir este fertilizante.

“La reactivación de la Planta de Amoniaco y Urea representa un gran aporte a la economía del país”, agregó Zelaya.

Destacó que los productores se ven afectados por el alza de los precios de la urea en el mercado internacional. El saco de urea importada actualmente oscila entre los Bs 230 y Bs 250. Cuando YPFB comercializaba urea en el distrito comercial oriente hasta el 2019, el saco de 50 kilos costaba alrededor de Bs 150.

YPFB, en coordinación con socios productores e instituciones, una vez que la Planta de Amoniaco y Urea de Bulo Bulo entre en etapa de producción, implementará 102 parcelas demostrativas, distribuidas en 40 hectáreas en los nueve departamentos del país.

Estas parcelas demostrarán a los productores nacionales los beneficios y ventajas del uso de la urea como fertilizante en cultivos de maíz, arroz, sorgo, caña de azúcar, trigo, girasol, frutas, hortalizas y pasturas.

Fuente: ABI