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Kimberly-Clark Bolivia logra reducir su consumo total de agua en un 79%

Kimberly-Clark Bolivia logra reducir su consumo total de agua en un 79%

Desde 2015 en su planta Santa Cruz implementa un robusto plan de control e inversiones para mejorar su proceso de manejo de agua y la gestión de conciencia cultural. Todo avance en favor de cuidar un recurso natural tan preciado como el agua, es digno de ser compartido. En conmemoración al Día Mundial del Agua,

Desde 2015 en su planta Santa Cruz implementa un robusto plan de control e inversiones para mejorar su proceso de manejo de agua y la gestión de conciencia cultural.

Todo avance en favor de cuidar un recurso natural tan preciado como el agua, es digno de ser compartido. En conmemoración al Día Mundial del Agua, Kimberly-Clark Bolivia celebra que, mediante su programa interno de “Reducción de Consumo de Agua”, el uso de este elemento en los procesos de la Planta Santa Cruz se redujo en un 85% y el consumo total disminuyó en un 79% de 2015 a la fecha.

“Logramos un récord histórico de ahorro de agua que nos consolida como una planta sostenible, ayuda a reducir nuestra huella ambiental y nos mantiene firmes en nuestra visión 2030 de Sustentabilidad”, dice Laura Perdomo, Gerente General de Kimberly-Clark Bolivia. “Estamos orgullosos de los resultados obtenidos gracias al compromiso de nuestra planta y el gran esfuerzo que está haciendo el equipo para reducir el consumo de agua en los procesos productivos y en el uso humano”, indica.

Este gran avance se está dando gracias a que la compañía controla y estandariza los procesos para evitar pérdidas constantes de agua; al mismo tiempo que trabaja en el fomento de una cultura de concientización y cuidado del medioambiente entre los colaboradores.

Acciones implementadas en el programa “Reducción Consumo de Agua”

Este proyecto comenzó a ejecutarse en 2015 con dos misiones paralelas: cambios y mejoras en los procesos de producción, por un lado, y, por otro, concientización y creación de una cultura de cuidado. Por ejemplo, en 2017 el foco se puso en una planta de tratamiento de agua y en reorganizar la matriz de este líquido esencial. Durante el periodo 2018-2019, la compañía se enfocó en generar una cultura de cuidado, mediante controles exhaustivos, reuniones de seguimiento, comunicación interna, sesiones de capacitación y reconocimientos a las buenas prácticas. Entre 2019 y 2020, K-C trabajó en la automatización de niveles, mejoras en el sistema de recuperación y mejoras en el proceso de clarificación. Este 2021 la compañía continúa desarrollando iniciativas para cuidar el agua.

“Es satisfactorio ver resultados positivos en un tema que involucra a todos y por cuyo cuidado debemos trabajar en conjunto. En K-C tenemos una mentalidad Jump, es decir, este modelo de ahorro, es transferible a cualquier otro proyecto que busque elevar la cultura a un siguiente nivel”, explica Perdomo.

Programa de Sustentabilidad 2030 para impactar mil millones de vidas

El proyecto de ahorro de agua de K-C Bolivia se enmarca en la Estrategia de Sustentabilidad 2030 que la compañía implementa a nivel mundial con el fin de disminuir a la mitad su huella ambiental e impactar mil millones de vidas hasta el año 2030. El cuidado del medio ambiente es uno de los principales pilares de este compromiso que pretende eliminar el desperdicio y recuperar recursos; proteger los bosques y la biodiversidad; reducir las emisiones de carbono y la buena gestión del agua en áreas de estrés hídrico.

La estrategia ambiental tiene cuatro focos clave:

  • Disminuir emisiones de carbono: impulsados por el Acuerdo Climático de París, K-C busca reducir las emisiones de carbono y de gases de efecto invernadero en las operaciones y cadena de suministro en un 50%, respecto a 2015, el año base. Actualmente, el 100% de las emisiones en las operaciones de la región están dentro de los parámetros establecidos por ley.
  • Proteger bosques: el objetivo es reducir el uso de fibras naturales en un 50% como parte de los esfuerzos para mantener la biodiversidad, abordar el cambio climático y reducir el impacto en las comunidades indígenas y locales que dependen de los bosques naturales para su subsistencia.
  • Menor huella hídrica: la meta es reducir la huella hídrica en un 50%, mediante mejoras significativas en la cadena de suministro y en las comunidades vecinas. Bolivia, en esto, es un ejemplo positivo.
  • Reducir el uso de plásticos: se busca reducir el uso de plástico virgen de origen fósil en un 50%, mediante soluciones que utilicen más materiales renovables y que promuevan la economía circular.

“Estamos trabajando para lograr cambios significativos que comiencen desde la cultura organizacional; esto implica romper barreras que nos permitan orientar a nuestros equipos, marcas y productos hacia un propósito común de sustentabilidad”, asegura Laura Perdomo, Gerente General de Kimberly-Clark Bolivia.