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Escritor Homero Carvalho hace pública su protesta contra el sistema impositivo boliviano

Escritor Homero Carvalho hace pública su protesta contra el sistema impositivo boliviano

Como todos los que aportamos al desarrollo del país, soy un ciudadano que paga sus impuestos; sin embargo, en todos los años que he tenido que recurrir a un NIT siempre he tenido problemas y nunca he recibido una explicación razonable, los funcionarios se escudan en “la norma” y no te dicen cuál de ellas.

Como todos los que aportamos al desarrollo del país, soy un ciudadano que paga sus impuestos; sin embargo, en todos los años que he tenido que recurrir a un NIT siempre he tenido problemas y nunca he recibido una explicación razonable, los funcionarios se escudan en “la norma” y no te dicen cuál de ellas.

Hace varios años tuvimos que recurrir a un Amparo constitucional para que la oficina de impuestos nos informe cuál era el monto real que debíamos porque queríamos pagar para evitar que rematen la casa de mi esposa, que era una herencia familiar. El juez que llevó la causa no podía creer que, luego de un año de ir todos los días a preguntar por el monto de la deuda, hayamos tenido que recurrir a un amparo para que nos informen. “Lo que pasa es que quieren rematar la casa” nos aclaró nuestro abogado.

Obviamente el amparo salió a nuestro favor y en 24 horas nos tenían que informar, no lo hicieron, tuvimos que esperar un par de meses más mientras la deuda seguía y seguía creciendo en intereses y multas. Al final la suma resultó tan grande que tuvimos que vender la casa para evitar el remate y pagar la deuda. El viernes fui a pagar los impuestos de una cátedra que doy en una universidad privada (los que trabajan en universidades privadas saben que no es mucho) y me enteré que tenía que pagar una multa equivalente a más del 20% de mi sueldo mensual, reclamé, les pedí una explicación y solamente repetían: “Es la norma”, les pedí que señalaran cuál norma, número y artículo y ninguno de los que vinieron a acosarme podía responderme. Me alteré, lo reconozco, y les exigí que me explicaran de dónde salía la cifra que tenía que pagar por la supuesta multa y repetían: “Es la norma”. No puedo dejar de emitir facturas porque necesito cobrar mi sueldo, pero cuando les pregunté si podía descargar con facturas de supermercados, farmacias, tiendas de ropa y zapatos, restaurantes y otros rubros, me dijeron que no, que solamente podía descargar con seminarios, postgrados, diplomados o algo relacionado con mi actividad docente; es decir que los docentes no podemos comer, vestir y/o enfermarnos porque esas facturas no sirven.

Así que en PROTESTA he decidido que NO VOY A EXIGIR FACTURAS de ahora en adelante porque el Estado no lo merece, el Estado nos jode a los que contribuimos y queremos aportar al desarrollo del país, pero no hace nada con los cientos de miles de informales. Desde ahora no exigiré ninguna factura porque no me sirven para nada. 

Fuente: Homero Carvalho

Foto: Google