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El Oslo Freedom Forum en América Latina

El Oslo Freedom Forum en América Latina

Por Emilio Martínez Cardona, escritor y analista político uruguayo-boliviano.   La semana pasada el Oslo Freedom Forum, principal reunión de activistas pro-derechos humanos del planeta, sesionó por primera vez en América Latina. Más precisamente en Ciudad de México, en los impresionantes ambientes del Museo Nacional de Antropología. Tuve la oportunidad de participar en este evento, organizado

Por Emilio Martínez Cardona, escritor y analista político uruguayo-boliviano.


 

La semana pasada el Oslo Freedom Forum, principal reunión de activistas pro-derechos humanos del planeta, sesionó por primera vez en América Latina. Más precisamente en Ciudad de México, en los impresionantes ambientes del Museo Nacional de Antropología.

Tuve la oportunidad de participar en este evento, organizado por Human Rights Foundation, donde se entregaron los Premios Rómulo Betancourt a la Diplomacia Democrática, que en esta ocasión inicial distinguieron al secretario general de la OEA, Luis Almagro, el exembajador de Venezuela en Naciones Unidas, Diego Arria, y el exembajador de Panamá en la Organización de Estados Americanos, Guillermo Cochez.

Durante la premiación, Arria indicó que “Venezuela ya ha cumplido con el mundo, siguiendo todos los pasos apegados al derecho, y es hora de que el mundo cumpla con Venezuela”.

En la conferencia de prensa inaugural, el director legal de HRF, Javier El-Hage, remarcó que esa organización se enfoca en cuestionar “tanto a las dictaduras de derechas como de izquierdas”, mientras que la activista cubana Rosa María Payá dijo que Latinoamérica debe articular una “respuesta regional” para acabar con las dictaduras, poniendo como ejemplo el accionar del Grupo de Lima.

En la primera sesión de ponencias del Oslo Freedom Forum, el presidente de HRF, Thor Halvorssen, señaló que “el 53% de la humanidad vive bajo regímenes autoritarios”. Por su parte, el ensayista e historiador mexicano Enrique Krauze adelantó que “Cuba vivirá cambios políticos importantes en la próxima década”.

La segunda sesión consistió en un panel con Almagro y los expresidentes Tuto Quiroga (Bolivia) y Laura Chinchilla (Costa Rica). El secretario general de la OEA destacó la continuidad de los esfuerzos para concretar una transición democrática venezolana, “a través de todos los instrumentos del derecho público internacional”. Subrayó la “devastación de la economía” en Venezuela y que “habría sido más fácil para la pandilla que la controla negociar su salida antes de llegar a este punto”.

Almagro también se refirió a los avances en la lucha contra la corrupción en la región, “con varios expresidentes presos” en relación al escándalo de Odebrecht.

Tuto Quiroga recordó a los asistentes que en la actualidad “hay cuatro sistemas autoritarios en América Latina: Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua”, y coincidió con Krauze en la proximidad de transformaciones políticas en Cuba. “Pondré una flor en la tumba de Oswaldo Payá”, dijo el exmandatario.

Además de los desafíos de la democratización, Laura Chinchilla abordó la problemática migratoria en América Central, indicando que “nuestros pueblos exportan productos o exportan gente” y sugiriendo la necesidad de una mayor apertura comercial en los países desarrollados.

Entre las conversaciones sostenidas en el marco del evento remarcaría la que tuve con la activista nicaragüense Edipcia Dubón, que me comentó su desconfianza hacia el nuevo proceso de diálogo convocado por Daniel Ortega.

Varios activistas mexicanos, asimismo, me señalaron las dudas que despierta la llegada de AMLO al poder. Les recomendé concentrar esfuerzos en evitar la convocatoria de una Asamblea Constituyente, mecanismo que en varios países del continente ha sido la piedra angular para la construcción de regímenes neo-autoritarios.